Thursday, July 24, 2008

Yo maté a Jesús

Recuerdo hace algún tiempo, cuando salió la película “La Pasión de Cristo,” ver una entrevista a Mel Gibson, el director. La pregunta que más se me quedó en la cabeza es cuando la persona que lo estaba entrevistando le preguntó, ¿Quién mató a Jesús?, y Mel Gibson, con la voz más normal del mundo le respondió “Nosotros lo hicimos, yo lo hice.” Luego procedió a contar que en la película, la única escena en la que él aparece es cuando están crucificando a Jesús, la mano que clava a Jesús a la cruz es la mano de Mel Gibson, él la llamó, “la mano sinistra” que traducido del latín significa la mano izquierda, pero es un juego de palabras, porque también significa “la mano siniestra,” que considerando que es la mano que está clavando a Jesús a la cruz, quizá sea un título más apropiado.


Sin importar cuales sean sus opiniones acerca de Mel Gibson, lo que él dijo me pareció muy profundo, a pesar de haber crecido en una iglesia cristiana toda mi vida, y de tener más o menos bien en claro el sacrificio de Cristo y lo que ese sacrificio significó para mi vida, nunca me había puesto a pensar en mi culpabilidad por la muerte de Cristo, digo, después de todo si yo hubiera estado ahí no hubiera sido parte de la multitud que lo crucificó, hubiera sido uno de los discípulos no? Aunque pensándolo bien los discípulos abandonaron a Jesús, lo negaron y hasta lo traicionaron. Tal vez yo hubiera sido una de las mujeres que lo siguieron hasta el final, o tal vez hubiera sido Juan. Pero nunca me he puesto en los zapatos de los soldados, o de los fariseos, y me olvido, tal vez porque crecí en una familia cristiana, que antes de venir a los pies de Cristo, yo era uno de los soldados y los fariseos. La verdad es que yo maté a Jesús. Mel Gibson me hizo recordar eso, todos matamos a Jesús, el mero hecho de nuestro estado de pecadores hizo necesario que Jesús viniera, en palabras de C.S. Lewis, si yo hubiera sido la única persona en el mundo, Jesús no hubiera hecho menos de lo que hizo en la cruz, el mismo sacrificio, el mismo sufrimiento, el mismo amor. Me acuerdo de una de las escenas finales de Star Trek II (Viaje a las Estrellas II), cuando el señor Spock se encierra en la cámara para morir, y le dice al capitán Kirk, "las necesidades de muchos pesan más que las necesidades de uno."


Desde hace unos días he estado pensando en esto de nuevo, principalmente por dos eventos, el primero fue el escuchar una canción de Jesús Adrián Romero llamada “Si Hubiera Estado Allí,” la letra de la canción es la siguiente:


Si hubiera estado allí entre la multitud
Que tu muerte pidió, que te crucifico
Lo tengo que admitir, hubiera yo también,
Clavado en esa cruz
Tus manos mi Jesús, si hubiera estado allí

Pensándolo más bien también yo estaba allí
Yo fui el que te escupió, y tu costado hirió
Pensándolo más bien,
Yo fui el que corono de espinas y dolor
Tu frente buen señor, también yo estaba allí

Si hubiera estado allí al pie de aquella cruz
Oyéndote clamar, al padre en soledad

Lo tengo que admitir, te hubiera yo también
Dejado así morir, mirándote sufrir

Pensándolo más bien también yo estaba allí
Yo fui el que te escupió, y tu costado hirió
Pensándolo más bien, yo fui el que corono de espinas y dolor
Tu frente buen señor
Pensándolo más bien, también yo estaba allí
Yo fui el que te golpeo, y de ti se burlo
Pensándolo más bien yo fui el que te azoto
Yo fui quien lancero tu espalda mi señor
También yo estaba allí


Cuando escuché esta canción hace un par de meses, recordé las palabras de Mel Gibson: “Nosotros lo matamos, yo lo maté,” pero no le di mucha importancia, hasta hace un par de semanas, cuando fui a un concierto de Jesús Adrián Romero. Para sorpresa mía cuando tocó la canción, en las pantallas de video pasaron imágenes de… lo adivinaron “La Pasión de Cristo,” entonces nuevamente vinieron a mi mente las palabras de Mel Gibson: “Nosotros lo matamos, yo lo maté.” El segundo evento ocurrió el viernes de la semana pasada, cuando fui a ver la película “The Dark Knight” (El Caballero Oscuro, o El Caballero de la Noche), la nueva película de Batman. Yo sé que han de estar pesando “¿Qué tiene que ver Batman con Jesús?” pues nada realmente, pero esta película, que es muy buena, presenta temas muy profundos, mucho más allá de los típicos temas en una película de súper-héroes.


Sin adelantar mucho, para no arruinarles la película a los que no la han visto, Batman toma una decisión que lo hace ver como un fugitivo, y tiene que cargar con la culpa de los crímenes de alguien más, que él no cometió, ¿les suena familiar? Lo que más me llegó fue el diálogo que tiene el comisionado Gordon son su hijo, el hijo le pregunta a su padre porque Batman tiene que huir, y su padre le responde “Porque él es el héroe que Ciudad Gótica se merece, pero no el que necesita en estos momentos, y entonces lo perseguiremos, porque él lo puede soportar…”


Ese discurso me hizo pensar en nuestra relación con Jesús, y Su sacrificio por nosotros. ¿Por qué tuvo que morir Jesús en la cruz? Pues porque es el tipo de salvador que necesitábamos en esos momentos. Aunque Él es y siempre fue Dios, y es un Rey de Gloria y de poder que “lo llena todo,” en los momentos en la cruz, necesitábamos a un codero, a un sacrificio, y por amor a nosotros Él se convirtió en ese sacrificio que necesitábamos. Realmente el sacrificio de Jesús no simplemente es por amor a nosotros, pero por causa de nosotros, por nuestros pecados, por nuestras enfermedades.


Y la analogía sigue, en la segunda parte del discurso de Gordon, él dice, “y entonces lo perseguiremos, porque él lo puede soportar” y esa es la otra realidad del evangelio, que únicamente Jesús lo podía soportar, nadie más ama lo suficiente como para soportar ese tipo de castigo, y nadie más era inocente como para que ese sufrimiento sirva como expiación, como dice Isaías 53:3 (NVI) “Despreciado y rechazado por los hombres, varón de dolores, hecho para el sufrimiento. Todos evitaban mirarlo; fue despreciado, y no lo estimamos.” Y así es como una ida al cine me recordó que yo maté a Jesús, y que realmente no soy mejor que los fariseos o los soldados romanos que lo crucificaron, y que si soy salvo el día de hoy, es por ese mismo sacrificio y por esa misma muerte, porque colgando de esa cruz, Jesús dijo “padre perdónalos porque no saben lo que hacen,” porque aún en su muerte Él me dio misericordia, pero la realidad es que, yo maté a Jesús. Nunca debemos olvidar el “precio de nuestra paz” lo que costó realmente ser salvos. Por hoy, estoy pensando en Isaías 53.


Isaías 53 (NVI)

1 ¿Quién ha creído a nuestro mensaje
y a quién se le ha revelado el poder del Señor?
2 Creció en su presencia como vástago tierno,
como raíz de tierra seca.
No había en él belleza ni majestad alguna;
su aspecto no era atractivo
y nada en su apariencia lo hacía deseable.
3 Despreciado y rechazado por los hombres,
varón de dolores, hecho para el sufrimiento.
Todos evitaban mirarlo;
fue despreciado, y no lo estimamos.

4 Ciertamente él cargó con nuestras enfermedades
y soportó nuestros dolores,
pero nosotros lo consideramos herido,
golpeado por Dios, y humillado.
5 Él fue traspasado por nuestras rebeliones,
y molido por nuestras iniquidades;
sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz,
y gracias a sus heridas fuimos sanados.
6 Todos andábamos perdidos, como ovejas;
cada uno seguía su propio camino,
pero el Señor hizo recaer sobre él
la iniquidad de todos nosotros.
7 Maltratado y humillado,
ni siquiera abrió su boca;
como cordero, fue llevado al matadero;
como oveja, enmudeció ante su trasquilador;
y ni siquiera abrió su boca.
8 Después de aprehenderlo y juzgarlo, le dieron muerte;
nadie se preocupó de su descendencia.
Fue arrancado de la tierra de los vivientes,
y golpeado por la transgresión de mi pueblo.
9 Se le asignó un sepulcro con los malvados,
y murió entre los malhechores,
aunque nunca cometió violencia alguna,
ni hubo engaño en su boca.

10 Pero el Señor quiso quebrantarlo y hacerlo sufrir,
y como él ofreció su vida en expiación,
verá su descendencia y prolongará sus días,
y llevará a cabo la voluntad del Señor.
11 Después de su sufrimiento,
verá la luz y quedará satisfecho;
por su conocimiento
mi siervo justo justificará a muchos,
y cargará con las iniquidades de ellos.
12 Por lo tanto, le daré un puesto entre los grandes,
y repartirá el botín con los fuertes,
porque derramó su vida hasta la muerte,
y fue contado entre los transgresores.
Cargó con el pecado de muchos,
e intercedió por los pecadores.

Aquí les dejo un video de la canción de Jesús Adrián Romero



PD: Si todavía no han ido a ver The Dark Knight, de verdad deberían considerar ir, no simplemente por entretenimiento sino porque es una película con un gran contenido filosófico. Para ir al website oficial haz click aquí.

1 comment:

Rolando said...

Es precisamente por el amor con que se dio y soporto el castigo por mis culpas, que debo recordarme a mi mismo cada dia que no tiene nada que ver con mis meritos y que no existe persona alguna que este mas alla de la redencion. Pensando en esto deberia encenderse en nosotros un amor y una misericordia por todos aquellos que no le conocen, que me lleven a mostrar ese amor en todas las formas posibles para gritar que Jesus es real y autentico. Diferente a algunos tipos religiosos que conocemos todos, no les parece?